Esta semana he tenido la suerte de participar, con motivo del día de la mujer, en un webinar sobre la Gestión emocional de la mujer. Un espacio de aprendizaje donde he podido junto a grandes profesionales, reflexionar sobre bienestar, autocuidado y herramientas clave para el crecimiento en femenino

La salud mental y física se entrelazan por lo que la salud de la mujer implica nutrir tanto el cuerpo como la mente. Aquí os dejo algunos de los puntos que hemos abordado para mejorar nuestro bienestar integral.
- Conoce las emociones que brotan en ti de manera recurrente. Todas las emociones son válidas y tienen su razón. Permítete estar en diferentes emociones, sin culpabilizarte, y hazte responsable de las mismas para pasar de una a otra cuando decidas que es necesario. Para ello será importante aumentar tus recursos emocionales.
- Trabaja las expectativas sobre ti misma. El impacto de las expectativas culturales y sociales no puede subestimarse. Permitirse ser auténtica, aceptar y abrazar la singularidad contribuye a la construcción de una autoimagen saludable.
- Potencia el pensamiento productivo: Son muchas las ocasiones en las que nos enganchamos a los problemas y preocupaciones dándoles vuelta sin realmente un objetivo o fin concreto. Caemos en el pensamiento improductivo y negativo. Trabaja la tranquilidad mental y busca momentos donde abordar las preocupaciones desde la serenidad y el pensamiento productivo.
- Cuida tu mente: Dedica unos minutos diarios a tranquilizar tu mente. Te serán muy útiles los ejercicios de respiración y Mindfulness.
5.- Cuida tu cuerpo, practica deporte y mantén una alimentación saludable: Tu organismo es el que tendrá que soportar las reacciones estresantes. Si la respuesta de estrés se encuentra con un organismo saludable y equilibrado lo tendrá más difícil para perjudicarte.
6.- Descansa las horas necesarias: Un sueño reparador es básico para que nuestro organismo pueda resolver de manera satisfactoria los sucesos diarios.
7.- Establece prioridades: Tu mente necesita saber qué esperas de ella. Establece prioridades, ordena tus tareas y organiza tu día a día.
8.- Mantén tus zonas de estabilidad: Nuestras aficiones y las actividades que realizamos por puro placer suelen ser las primeras que eliminamos cuando andamos preocupados, agobiados o con poco tiempo. Respeta esas zonas de estabilidad y no las elimines a la primera.
9.- Sé justa contigo misma: En algunas ocasiones somos nuestro peor enemigo. Revisa las exigencias que te impones y tu lenguaje interior y juega las cartas a tu favor.
La salud y el bienestar no es un destino, sino un viaje continuo. Este enfoque busca empoderar a las mujeres para que lideren su propio viaje hacia el equilibrio, reconociendo la importancia de nutrir tanto la mente como el cuerpo. Para ello, no olvides recordar los recursos personales de los que dispones y aumenta tus recursos emocionales si es necesario.