Voy a proponerte un ejercicio muy interesante para realizar al finalizar el día. Lo recomendable es realizarlo ya en la cama, justo antes de dormir, en esos minutos donde se desconecta y el cuerpo se prepara para el descanso. El ejercicio consiste en rememorar mentalmente 10 cosas buenas que te hayan ocurrido ese día. Importante fijarse en el número, deben ser 10.
En mi caso, tengo que reconocer que al principio mi lista terminaba pronto, pues en mi rutina tampoco ocurrían cosas extraordinarias a diario. Pero me esforzaba noche tras noche en completar mi lista hasta obtener 10 cosas buenas.
Y así rebuscando en la memoria poco a poco iba incorporando a la lista cosas sencillas, pequeñas, que habían tenido lugar sin darme cuenta: un saludo cariñoso de algún conocido, una mirada cómplice, charlar con un amigo por teléfono, hacer una foto de un paisaje, escuchar en la radio una canción que hacía tiempo que no oía, hacer un hueco para cocinar un bizcocho, haber realizado en el trabajo las tareas que tenía planificadas, una reunión de trabajo con un buen resultado, el abrazo de mis hijos al salir del cole…
Con ello he tenido la oportunidad de descubrir las cosas pequeñas del día que son pequeños grandes placeres que me reconfortan.
También me he dado cuenta que conforme he ido poniendo mi atención en esas cosas, cada vez han aparecido más… morder un trozo de chocolate, el olor del suavizante de la ropa, el silencio, el contacto de los pies en las sábanas, ponerme las zapatillas de estar por casa, estar sola, estar en compañía…
Lo tercero ha sido descubrir el placer que me produce hacer las cosas despacio y poniendo atención en lo que estoy haciendo. No solo siento bienestar haciendo estas pequeñas cosas sino que además las cosas fluyen mejor y me da tiempo a hacer todo lo previsto.
Y es que muchos de nosotros tenemos la costumbre de poner el foco en lo que no tenemos, en aquello de lo que carecemos, lo que nos falta, lo que tenemos que mejorar, lo que no funciona, todos esos “deberías”, “tengo que”, “tienen que”, que hacen que entremos en una vorágine de prisas y exigencias que nos alejan de algo tan necesario para vivir como es el placer y el bienestar. El placer y el bienestar que nos generan las pequeñas grandes cosas en nuestro día a día.
Te invito a que tú también lo pruebes, haz durante una semana tu lista de 10 cosas buenas que te hayan ocurrido durante el día. Luego si quieres puedes contarme tu experiencia.